3.6 APRENDIZAJE SOCIAL Y COLABORATIVO
El aprendizaje colaborativo
virtual se entiende como un proceso social de construcción de conocimiento, en
el que, a partir del trabajo conjunto y el establecimiento de metas comunes, se
da una “reciprocidad entre un conjunto de individuos que saben diferenciar y
contrastar sus puntos de vista de tal manera que llegan a generar un proceso de
construcción de conocimiento. Es un proceso en el que cada individuo aprende
más de lo que aprendería por sí solo, fruto de la interacción de los
integrantes del equipo” (Guitert y Giménez, 2000:114). En el desarrollo de un
grupo, por tanto, la interacción se convierte en un elemento clave, teniendo en
cuenta que es el proceso esencial de juntar las contribuciones de los
participantes en la co-creación de conocimiento (Gunawardena et al., 1997).
El aprendizaje social y colaborativo ofrece un
enfoque de aprendizaje donde los alumnos son capaces de interactuar socialmente
con otros estudiantes, así como con los instructores. En esencia, los
estudiantes trabajan juntos con el fin de ampliar sus conocimientos sobre un
tema o habilidad particular. En los entornos de aprendizaje elearning, se hace
normalmente a través de chats en vivo, tableros de mensajes o mensajes
instantáneos.
En situaciones de aprendizaje colaborativo, los
estudiantes son responsables de las acciones y tareas de los otros lo que
favorece el trabajo en equipo también.
Este método de aprendizaje puede llevarse a cabo ya
sea off línea o a través de la web, y se puede hacer de forma asíncrona o
síncrona. Permite a los alumnos a aprender de las ideas, habilidades y
experiencia de los demás inscritos en el curso. Al participar en una tarea compartida
(ya sea un proyecto o lección) los alumnos tienen la oportunidad de aprender
una variedad de habilidades, así como el análisis en grupo y conseguir
habilidades específicas para el trabajo en equipo.
Un verdadero aprendizaje colaborativo sólo se alcanzará
poniendo especial atención en que se cumplan unos elementos básicos, como son:
·
Interdependencia positiva
Consiste en promover la idea o necesidad de que las
personas integrantes del grupo tengan que trabajar en común para alcanzar el
objetivo perseguido.
Se trata de hacer entender la siguiente idea:
El esfuerzo de cada persona no sólo le beneficia a
ella misma, sino también al resto de integrantes.
El éxito personal sólo se alcanza con el éxito del
grupo.
·
Estimulación de la interacción
Se debe fomentar la idea de trabajar en común, de
promover el éxito de los demás, compartir los recursos existentes, motivación,
cooperación, empatía,…
Se debe evitar la competitividad interna.
·
Responsabilidad individual y grupal
El grupo fija un objetivo y cada integrante del
mismo asume la responsabilidad de cumplir con la parte que le corresponde.
·
Fomento de actitudes y habilidades personales y grupales
Es importante que los integrantes del grupo sepan
comunicarse, manejar diferentes roles, conflictos, tomar decisiones, etc.
Pero no se puede dar por sentado que sepan hacerlo,
por ello, son habilidades que se pueden y se deben enseñar y fomentar.
Los
integrantes del grupo también necesitan aprender las habilidades sociales
necesarias para una colaboración que produzca resultados positivos.
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